En 2013, el BMW i3, primer coche eléctrico de la marca, irrumpió al mercado de la electromovilidad cuando éste todavía no estaba en auge como en la actualidad. Tras más de 250 mil unidades vendidas y nueve años en la palestra, el prototipo sale de circulación.
A pesar de que no se ha anunciado un reemplazo específico, se espera que el sucesor de esta gama sea el ix1, una versión totalmente eléctrica del BMW X1, que se ubica justo después del ix3, un modelo electrificado del «MINI Cooper» de próxima generación.
El BMW i3 impactó a la industria automotriz por su diseño compacto, ofreciendo una buena habitabilidad interior, así como su diseño moderno y rompedor con buenos acabados en materiales de vanguardia.
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Además, el coche presentó un alto componente natural y de reciclaje. Por ejemplo, su chasis de fibra de carbono lo convirtió en un vehículo muy ligero a pesar del lastre de las baterías, con unas prestaciones sorprendentes para un carro de estas características.
La primera actualización del i3 se realizó en 2016, con una mayor capacidad de la batería que aumentaba su autonomía de 190 hasta 312 kilómetros. En 2017, sin modificar la capacidad de la batería, BMW lanzó el BMW i3s con un motor con 10 kW más de potencia, una autonomía de 280 kilómetros y algunas características que ofrecían un dinamismo más deportivo
¿Qué depara el futuro?
Para los directivos de BMW, la salida del coche no afectará la oferta ni las preferencias de sus usuarios. Un alto ejecutivo de la compañía en Reino Unido, declaró al medio Autocar que los clientes que desean un automóvil urbano totalmente eléctrico perfectamente adaptado para la conducción urbana o un vehículo compacto pero espacioso para un estilo de vida activo, serán perfectamente atendidos por el Mini Electric o el próximo BMW iX1.
Además, la firma reveló que para finales de 2022 tendrán seis modelos eléctricos en circulación, cifra que aumentará a 13 en 2023.
Tras la despedida del i3, en julio de este año, la fábrica de BMW en Leipzig, reformulará sus operaciones y se preparará para reorganizar sus instalaciones e iniciar la producción del Mini Countryman de tercera generación. Este modelo se basa en la plataforma FAAR de BMW, una nueva arquitectura que también marca el final de la producción de la plataforma DriveLife con uso intensivo de aluminio que sustenta al i3.
Redacción I Jhonattan González