Mitch Evans ha demostrado que puede pelear en una categoría difícil y novedosa como la Fórmula E, y desde su llegada a la serie es uno de los pilotos animadores de la competencia.
Nacido en Nueva Zelanda el 24 de junio de 1994, desde los seis años de edad Mitch ya estaba al volante del karting, y a los 16 ganó el NZ Grand Prix, convirtiéndose en uno de los corredores más jóvenes en triunfar en un Gran Premio Internacional.
Fue campeón de la Toyota Racing Series de Nueva Zelanda dos veces consecutivas en 2010 y 2011. Además, consiguió la segunda plaza del Campeonato Australiano de Pilotos.
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Llegó a la GP2 en 2013 cuando todavía era novato con tan solo 18 años y se convirtió en el piloto más joven en la historia de la categoría que subió al podio al llegar tercero en Sepang, Malasia. En los cuatro años que estuvo en esa serie, consiguió el puesto 14 en 2013, el cuarto en 2014, quinto en 2015 y el 12° en 2016.
La aventura eléctrica
Evans llegó al mundo de las carreras eléctricas en el año 2016, y su mejor registro durante esa zafra fue la conquista del cuarto lugar en el E-Prix disputado en México.
El neozelandés se quedó con Jaguar Racing para su segunda experiencia en la 2017-2018 y logró un mejor desempeño al conquistar el primer lugar en el podio para Jaguar en Hong Kong y la Pole Position en Zúrich, Suiza.
A pesar de no haber logrado una victoria en esa temporada, Evans superó a su compañero Nelson Piquet Jr. y terminó la campaña dos lugares arriba del brasileño, en sexto puesto en la puntuación general.
Otro desafío llegaría en la 2018-2019 a bordo del Gen2 Jaguar I-Type 3 del equipo, con el que Evans consiguió su primera victoria en Formula E, tanto para él como para Jaguar en Roma.
En la ronda final que se corrió en Nueva York, el neozelandés estaba entre los ocho pilotos en disputa por el título, pero no alcanzó la meta debido a un infortunado choque con Lucas di Grassi, de Audi, en la carrera final que lo dejó en quinto lugar al final del año.
En su tercera temporada, Evans siguió al volante de Jaguar Racing junto al novato británico James Calado. La dupla estuvo al mando del nuevo I-Type 4 de la marca británica para disputar el título de la Formula E en la 2019-20.
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Tras un inicio irregular en la doble carrera de Arabia Saudita, se recuperó para meterse de lleno en la pugna por el título. Evans subió al podio en Santiago luego de una victoria contundente en Ciudad de México y, a pesar de un percance en la clasificación en Marruecos, terminó sexto al remontar desde la parte trasera de la grilla.
La pandemia del COVID-19 congeló la ambición de Evans, que tras la interrupción del torneo no pudo mantener el ritmo ganador y quedó rezagado en la tabla final.
A pesar de la frustración en 2020, Jaguar Racing mantiene la confianza intacta en el piloto de Nueva Zelanda, y se refuerza con la llegada de Sam Bird para ser una de las escuderías favoritas en la “season seven” de la Fórmula E.
Redacción I Jhonattan González