Durante 2021, Renault presentó su plan de electrificación eWays ElectroPop, con la meta principal de que sus coches eléctricos sean asequibles y populares para favorecer su expansión.
Uno de los pilares fundamentales del programa señala que, en 2025, el 65% de los vehículos de nueva producción de la firma comercializados en Europa serán eléctricos e híbridos, mientras que, en 2030, el 90% de ellos serán 100% eléctricos.
En el marco de esa estrategia, Renault inauguró la nueva línea de producción para su segundo motor eléctrico en la planta francesa de Cléon que se estima liderará la fabricación de ese tipo de máquinas en Europa.
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Desde el mes de marzo ya se está trabajando en este proyecto con el ensamblaje del nuevo ePT-160kw. Este es el motor elegido para el Mégane E-Tech, que se desarrolla en la factoría de Douai, más al norte de Francia junto a la frontera belga.
Entre sus innovadoras características, la nueva máquina para el Mégane eléctrico ofrece más potencia que el anterior (160 kilovatios en lugar de 96), pero los avances en su concepción han permitido hacerlo un 25 % más compacto.
Inicios, proyectos e inversión
Desde 2015, el complejo de Cléon en el que trabajan 3.228 empleados y que lleva en actividad desde 1958 ha estado también produciendo el primer motor eléctrico de Renault, que equipa al Zoé o a las versiones eléctricas del Twingo, Kangoo y Master.
A partir de 2024 está previsto que comience también en la fábrica el ePT-100kw para el futuro Renault 5 eléctrico, y en 2027 llegará otro de 200 kilovatios de nueva generación desarrollado en asociación con Valeo Siemens eAutomotive y que podrá venderse para coches de otros fabricantes.
Para llevar a cabo la transformación de Cléon se han invertido 620 millones de euros desde 2018 que van a permitir aumentar sus capacidades hasta más de un millón de motores anuales a partir de 2024, entre 500.000 eléctricos y 510.000 híbridos.
A pesar de los ambiciosos planes de electrificación, las normativas gubernamentales y el duro golpe que ha significado la guerra en Ucrania para la industria de combustibles fósiles, desde Renault consideran que la transición hacia la electromovilidad se seguirá llevando a cabo de forma gradual, y seguirán comprometidos con fuertes inversiones y una hoja de ruta clara hacia estas nuevas tecnologías.