En medio de la carrera por nuevos descubrimientos que ayuden a la industria automotriz a reducir sus emisiones, con el objetivo de disminuir los índices contaminantes en el medio ambiente, surgen interesantes avances de la ciencia.
De acuerdo con datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, un coche de gasolina de tamaño mediano emite en promedio unos 143 gramos de carbono (CO2) por kilómetro.
Los coches eléctricos se mantienen hasta el momento como la opción más efectiva para combatir estas cifras. Pero un adelanto tecnológico podría contribuir en mayor medida al desafío.
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Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, Países Bajos, crearon un prototipo de auto electrificado que elimina y almacena dióxido de carbono del aire a medida que funciona por la carretera. Fue diseñado con la meta de capturar más CO2 del que se emite durante el ciclo de vida completa de un vehículo.
El “The Zem” (EM-07) como es denominado el modelo cuenta con una tecnología de células fotovoltaicas adheridas a las superficies superiores para aumentar el alcance, y también añadieron un frenado regenerativo para exprimir más la duración de las baterías.
La construcción
Para fabricarlo se implementaron plásticos recuperados que se pueden triturar y reutilizar tanto en el exterior como en el interior. También optaron por el policarbonato en lugar de vidrio para las ventanas dado que es más ecológico, y aplicaron un sistema de iluminación modular.
Cuenta con un motor de 22 kW y nueve paquetes de baterías modulares de 2.3 kWh.
Luego de tan importante revelación, los estudiantes tienen como próximo paso conseguir una patente para esta tecnología de captura directa de aire y que fluye a través de una rejilla, limpiando el aire a medida que se mueve el automóvil.
Señalaron que, en promedio, por cada 20.600 kilómetros viajados de forma anual a una velocidad media de 60 km/h, se podrían eliminar hasta dos kilos de CO2.