Una de las prioridades en la movilidad eléctrica es apresurar el tiempo de recarga de las baterías. Sin embargo, reducir el lapso de espera a 90 segundos parecería una locura, pero después de todo comienza a tomar forma, pues un prototipo de litio-carbono ha sido presentado con la función de reponer su energía en tan solo un minuto y medio.
Esto ha sido posible gracias a Mahle Powertrain y Allotrope Energy tras trabajar en conjunto y realizar una prueba de combinación entre supercondensadores y baterías de iones de litio, ofreciendo beneficios por partida doble. El primero es la rapidez para regenerar su poder, mientras que el segundo pasa por convertirse en una pieza 100% reciclable.
La tecnología aplicada en este proyecto ofrece una densidad energética de 60 Wh/Kg, algo que no es tan abrumador, pero lo compensa conservando su fuerza con el transcurrir de los ciclos de carga y descarga, algo que las baterías de iones de litio convencionales no pueden darse el lujo de permitir en estos momentos.
La forma de la misma se basa en un ánodo de alta velocidad y un cátodo de doble capa de gran velocidad. Ambos elementos están separados por un electrolito orgánico. Dicha estructura y forma de actuar no permite la degradación térmica con el pasar del tiempo, lo que ha dado libertad a los ingenieros de afirmar que se puede llevar a cabo un suministro de alta corriente y posteriormente reabastecer la energía sin ejecutar un proceso de refrigeración externo y complejo.
«La ansiedad por la autonomía se cita a menudo como la principal barrera para la adopción de vehículos eléctricos, pero si la batería se puede recargar en el mismo tiempo que se tarda en repostar un vehículo con motor IC convencional, gran parte de esa preocupación desaparece», afirmó Dr. Mike Bassett, jefe de investigación de MAHLE Powertrain.
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Por otro lado, la vida útil de la batería litio-carbono ha sido fijada en más de 100.000 ciclos, sobrepasando con total autoridad las cantidades que ofrecen las disponibles en el mercado actual.
Cabe destacar que el origen del proyecto tenía como destino brindar poder a las motocicletas eléctricas de reparto de comida, facilitando el trabajo de este tipo de vehículo sin interrumpir su producción.
Finalmente, se desconoce fecha de fabricación masiva de la batería litio-carbono, pero lo cierto es que sus resultados han sido totalmente positivos y, de seguro, sus creadores evaluarán la posibilidad de llevarla al siguiente nivel para aplicar sus beneficios en vehículos pequeños, medianos y grandes.
Redacción | Ronald Ortega