Alejandro Agag y Rodi Basso apostaron por una nueva categoría electrificada bastante novedosa, cuando presentaron de manera oficial hace algunos meses la E1 Series, la primera competición a bordo de lanchas totalmente eléctricas, marcando el inicio de una nueva era de velocidad.
Gracias al trabajo de estos dos personajes junto a Sophi Horne y todo el equipo de trabajo crearon el RaceBird, el bote que se utilizará para darle vida a la categoría. Justamente, luego de su presentación se iniciaron pruebas, que benefician el desarrollo del prototipo en términos de velocidad, fricción y adherencia sobre el agua.
Así lo anunció la E1 Series por medio de sus redes sociales tras afirmar que los test de tecnología de hidroala arancaron con éxito con la finalidad de reducir en su máxima expresión la fricción entre el RaceBird y el agua. Dicha tecnología permitirá que el bote alcance su potencia máxima (50 nudos) mientras maximiza la energía invertida para ello.
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¿En qué consiste la tecnología de hidroala?
Una novedad totalmente acertada por parte de la E1 Series que permitirá que el RaceBird se eleve hasta sobresalir del agua para evitar la fuerza de arrastre o bloqueo. Además, al estar unos centímetros por encima de su nivel facilitará la lucha «codo a codo» entre dos lanchas o más al reducir la estela generada por la fuerza del motor eléctrico.
Dicha tecnología encajará a la perfección junto a la idea proporcionada por Sophi Horne, jefe de diseño a cargo del RaceBird, quien afirma que la forma del bote proviene de inspiración que generó ver a las aves volando, por lo que su desplace sobre el agua plantea ser tan fluido como el vuelo de un pájaro.
Por otro lado, la categoría tiene previsto llevar toda la emoción de la competición a diversas partes del mundo donde se puedan encontrar los mejores paisajes y panoramas que adornen naturalmente cada carrera, al mismo tiempo en que se toman acciones para promover la sostenibilidad y el cuidado de la vida marítima.
Redacción | Ronald Ortega