El anuncio de la entrada de Ducati como nuevo proveedor oficial de la MotoE cayó de sorpresa pues, apenas en 2018 presentaron su primer modelo eléctrico.
A pesar de lo inesperado, hay muy altas expectativas sobre lo que pueda presentar el fabricante italiano, que si bien es cierto no ha develado todos los detalles, sí ofrece luces acerca de cuál será el objetivo con los nuevos prototipos que saltarán a las pistas a partir de 2023.
A diferencia de Energica, Ducati no empezará el primer paso con modelos de producción para luego desarrollar motos eléctricas de carreras, sino que se lanzarán en primer lugar a la competición y desde ahí desarrollarán más adelante vehículos de dos ruedas a gran escala. La MotoE servirá como magnífico banco de pruebas, por lo que Clauidio Domenicalli, CEO de la firma italiana tiene claro que esta nueva aventura marcará un antes y un después en Ducati en la compañía.
Pruebas innovadoras
Para Domenicali, la llegada a la serie de motocicletas eléctricas es un paso importante porque seguirán en la ruta de nuevas tecnologías para el futuro, incluidas las motos de producción.
“En Ducati todo es rendimiento, por eso decidimos entrar en la movilidad eléctrica desde lo más alto. No hay mejor modo que hacerlo en competición para aprender y coger experiencia. Todo el mundo coincide en que nuestro motor en MotoGP es uno de los más rápidos, así que queremos trasladar esa experiencia a la propulsión eléctrica”, dijo el directivo.
Lee también: Director de equipo de MotoE aspira que Ducati presente una motocicleta más rápida y competitiva
A pesar del hermetismo, Ducati ha ventilado que ya el plan está en marcha y tiene como ambicioso objetivo mejorar el listón muy alto que dejó Energica en las primeras tres temporadas
Los dos principales objetivos de la plantilla de Domenicali y los primeros en la hoja de ruta son tener motos mucho más ligeras y baterías con una mayor autonomía. “Hemos hecho ya algunas pruebas y experimentos para tratar de comprender cuándo era el momento adecuado. En las motos el problema principal es el peso, por eso en nuestro programa queremos hacer la moto lo más ligera posible”, explicó el líder de Ducati
Reiteró que el mayor desafío es hacer un prototipo que no sea muy cargado, pero que tenga una buena autonomía. “Las baterías son el combustible de una moto eléctrica y en términos de peso en bastante alto, así que ese es el reto principal. Debemos entender cómo hacer el mejor uso de la energía teniendo en cuenta la regeneración de la misma, la eficiencia de los inversores y, sobre todo, la química.
Para lograr estas metas Ducati cuenta con dos importantes pilares para evolucionar: su dilatada experiencia de casi dos décadas en MotoGP, donde son el pinero de la innovación, y el potencial y ventajas que les otorga formar parte del Grupo Volkswagen, de donde pueden extraer importantes dosis de conocimiento sobre la movilidad eléctrica.
“Algunas marcas del Grupo están más cerca de nosotros que otras. El equipo con un centro de excelencia para baterías y estamos debatiendo muy de cerca con ellos, pero ese complejo está relacionado principalmente con los coches de producción en serie, principalmente VW y Audi. Así que también estamos trabajando muy de cerca con las marcas más deportivas como Porsche y Lamborghini”, detalló Domenicali.
Año clave
El 2022 se perfila como un año fundamental, ya que será cuando lleven a cabo todas las pruebas y el desarrollo de este modelo antes de que en 2023 tome el mando la parrilla de MotoE.
“Utilizaremos el próximo año para terminar todo el desarrollo de la moto, también en pista, para llegar en 2023 con un proyecto probado que cumpla también con todas las importantes reglas de seguridad. Queremos alcanzar el rendimiento que Dorna nos ha pedido”, concluyó Domenicali.
Redacción I Jhonattan González