La empresa japonesa Teijin y la australiana Applied Electric Vehicles, han cambiado la manera de ver los autos eléctricos con la creación de un coche urbano que, estiman, será el vehículo del futuro para transitar por las ciudades.
El bajo peso de los materiales así como la resistencia que conforma el vehículo, le permiten desplazarse de manera autónoma, a baja velocidad y con una alta eficiencia energética, alimentándose únicamente de un techo solar fotovoltaico.
Con cuatro asientos en su interior, su filosofía cero emisiones del pozo a la rueda se combina con una plataforma robótica que admite tecnología eléctrica, sistemas de transmisión by-wire y conducción autónoma.
Los fabricantes
Teijin es una empresa tecnológica japonesa que experimenta con productos desarrollados para adaptarse a un futuro próximo cambiante, digitalizado y conectado.
De las mentes de sus ingenieros y diseñadores han nacido trajes de extinción de incendios de próxima generación, materiales avanzados de fibra de carbono, telas para vehículos creadas a base de plantas y parabrisas de policarbonato que no necesitan un marco externo.
Es precisamente la resina de policarbonato que da vida a estos parabrisas y la base del prototipo de coche eléctrico de baja velocidad (LS-EV) presentado recientemente.
Su filosofía cero emisiones del pozo a la rueda se logra combinando las tecnologías de Teijin aplicadas a materiales resistentes y livianos, incluidos los procedimientos de procesamiento y moldeado, además de la tecnología solar de Applied EV.
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¿Qué es Panlite?
El compuesto, es una resina de policarbonato patentada por Teijin, muy ligera y capaz de soportar los impactos, que sirve como acristalamiento en las ventanas y como panel de carrocería en las puertas del vehículo. Además de contener el peso y mantener a los ocupantes seguros, también bloquea la radiación infrarroja, ayudando a mantener el interior fresco y cómodo.
El techo, curvado, también está recubierto de Panlite y contiene un panel fotovoltaico y un módulo de alimentación ligero capaz de generar una potencia de 330 W, equivalente a la de un panel convencional alojado debajo de un vidrio.
Tecnología australiana
Aquí es donde entra en juego la experiencia de Applied Electric Vehicles, que el año pasado recibió 1,3 millones de euros en fondos gubernamentales para continuar con el desarrollo de un prototipo de vehículo eléctrico autónomo capaz de transportar personas y mercancías por zonas urbanas y que extrae el 60% de sus necesidades energéticas del sol.
La empresa australiana es la creadora de la nueva plataforma ligera robotizada denominada Blanc Robot, construida desde cero con este propósito, que integra sistema motriz eléctrico de alta eficiencia y tecnologías de transmisión por cable.
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A bordo del vehículo, la ausencia de transmisiones físicas que unan los componentes mecánicos como la dirección o los frenos con sistemas de control, aumenta el espacio interno y facilita el trabajo a los sistemas de navegación autónomos, que hacen que este coche eléctrico se conduzca solo.
Las empresas no han ofrecido detalles de la velocidad a la que será capaz de desplazarse el vehículo, ni de los consumos energéticos. Únicamente afirman que aspira a viajar a bajas velocidades e incorporar los materiales livianos avanzados de la compañía japonesa, de manera que necesitará cantidades minúsculas de energía, aproximadamente lo mismo que un peatón cuando se mueve por la ciudad.
Redacción I Jhonattan González