En 2017, el fabricante japonés de vehículos, Mazda anunció la estrategia “Sustainable Zoom-Zoom 2030”, en la que describe las nuevas tecnologías y productos que formarán parte de su oferta durante esta década, entre los que se encuentran la electrificación de sus coches en al menos un 25% del total.
En la actualidad, Mazda aún se encuentra por detrás de otras marcas al solo comercializar un modelo eléctrico en Europa. Se trata del MX-30, dotado de una batería de 35,5 kWh capaz de proporcionarle una autonomía máxima de 200 km WLTP.
A partir de 2025, su principal argumento será una nueva plataforma eléctrica escalable denominada “Skyactiv EV Scalable Architecture”, adecuada para albergar diferentes tamaños de vehículos y tipologías de carrocería y que ayudará a lanzar tres nuevos autos con tecnología electrificada.
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Esta nueva arquitectura ayudará a Mazda a reducir los costos de fabricación de vehículos eléctricos. Por el momento la forma nipona no ha especificado detalles de rendimiento para esta innovadora plataforma, pero sí asomó la posibilidad de que, en un primer momento, sea utilizada en sus modelos más pequeños. Esto supone, por ejemplo, dejar abierta la puerta a un eléctrico del mismo tamaño de un Mazda3.
Estrategia conservadora
A pesar de los anuncios que colocan a Mazda en la senda de la electrificación, la empresa aún no se arriesgará a hacer significativas inversiones como por ejemplo sí las han anunciado fabricantes como Ford y General Motors.
Los japoneses, que esperaban levantarse en 2021 tras un 2020 fatídico por el COVID-19, sufrieron otro revés en sus arcas debido a la crisis de semiconductores. En total, la organización dejó de realizar unas 50 mil ventas por estas razones.
Martijn ten Brink, máximo responsable de Mazda en Europa, informó que la empresa descarta levantar una fábrica en el Europa, puesto que las ventas no justifican una inversión tan grande. Aunque su presencia en el viejo continente se ha incrementado, todavía se está muy lejos de unas cifras que avalen la instalación de un complejo en ese territorio.
Más allá de los límites de esta estrategia, Mazda quiere convertirse en un fabricante neutro en carbono para 2050. Para ello, además de electrificar sus coches, también anuncia planes para integrar las tecnologías de conducción autónoma en sus vehículos.
La primera etapa del sistema de conducción autónoma, bautizada como Mazda Co-Pilot 1.0, se introducirá este mismo año. También parte del plan que se presenta ahora es el desarrollo de tecnologías de software para ofrecer servicio de movilidad a la carta a través de diferentes aplicaciones.
Redacción I Jhonattan González