Jean-Eric Vergne es uno de los pilotos más reconocidos en el automovilismo de competición, pues su participación en grandes categorías como la Fórmula 1 y la FIA Fórmula E le llevaron al panorama mundial. De hecho, funge como flamante bicampeón de esta última.
Su paso por la F1 estuvo cargado de altibajos. Posteriormente en la Fórmula E encontró una conexión que fue más allá de la competición, pues de inmediato simpatizó con la categoría y su misión de promover la sostenibilidad por medio de la movilidad eléctrica, a tal punto que decidió dar el siguiente paso en la Extreme-E.
El francés funge como uno de los cuatro ex pilotos de la Fórmula 1 en contar con un equipo en la competencia de rally eléctrica, junto a Lewis Hamilton, Nico Rosberg y Jenson Button (los tres campeones de la F1), obteniendo una nueva visión del mundo del automovilismo como propietario y no como la persona ubicada detrás del volante.
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Sin embargo, Vergne casi vuelve a competir cuando pensó en pilotar su propio Odyssey 21, pero al final optó por colocar a Stephane Sarrazin en el asiento de su equipo, sabiendo que la transición de la Fórmula E hacia la Extreme E sería totalmente diferente, y que probablemente se hubiesen complicado las cosas para los suyos.
Jean-Eric Vergne habla acerca de la Extreme E
«La Extreme E va más allá de una carrera, pues destaca los manglares (en Senegal) que son importantes para el ecosistema del país, especialmente los pescadores. Los manglares también son una forma fantástica de capturar el carbono. Y para proteger la costa de las tormentas», aseguró Jean-Eric Vergne a NBC Sports.
Además, el francés rescató las grandes cualidades de la Extreme E a nivel de conducción y deportividad, aseverando que un vehículo de este tipo es totalmente diferente a cualquier otro que haya tenido la oportunidad de pilotar, definiéndolo como «una máquina pesada, potente y divertida», según lo percibido por él cuando se subió a uno en el sur de Francia.
Redacción | Ronald Ortega