Si bien es cierto que aún falta tela por cortar para la temporada ocho de la Fórmula E, el calendario publicado por la categoría ya empieza a generar emoción en cada uno de los destinos donde se va a disputar la competencia.
Específicamente en Vancouver, Canadá, ya se empieza a calentar el ambiente con el anuncio de los organizadores de comenzar la venta de las entradas para el interesante evento que ya está calando entre los espectadores.
Según cifras oficiales de la serie eléctrica, más de 300 millones de personas vieron las carreras durante la “season seven” y se redujeron las pérdidas económicas a pesar de la pandemia del COVID-19.
Vuelve el automovilismo
Después de una ausencia de 18 años, las carreras regresan a False Creek el próximo verano, como parte del torneo que se efectuará en tierras canadienses del 30 de junio al 2 de julio. Las entradas para la jornada de Vancouver comienzan en 70 dólares la de menor precio y estarán disponibles en el sitio web E-Fest.
La ciudad se unió a la temporada 8 del Campeonato Mundial ABB FIA de Fórmula E, que también incluye paradas en Arabia Saudita, México, Sudáfrica, China, Italia, Mónaco, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Corea del Sur.
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Los autos de carrera con baterías eléctricas darán vueltas alrededor de un circuito urbano, girando a través de Concord Lands, a lo largo de Pacific Boulevard entre Griffiths Way y Quebec Street, y a lo largo de Quebec Street entre Pacific Boulevard y Central Street. Las tribunas y otras áreas de observación tendrán una capacidad de 56.000 espectadores.
El Vancouver E-Prix utilizará un 56% menos de calles públicas en comparación con la última carrera de Molson Indy celebrada en Vancouver en 2004, y los cierres completos de carreteras durarán solo 48 horas. El ruido emitido por los autos de carrera eléctricos a batería es mucho más bajo que el de los deportes de motor tradicionales, e incluso por debajo del SkyTrain.
Además de la carrera de autos, el evento incluye un par de conciertos en Rogers Arena, una carrera de celebridades, un torneo de deportes electrónicos y una conferencia sobre cambio climático y sostenibilidad.
Los organizadores dicen que se espera que el evento supere los 80 millones de dólares en valor económico y cree aproximadamente 3 mil empleos.
Redacción I Jhonattan González