A poco más de tres meses para que se realice el E-Prix de Yakarta, Indonesia, previsto para el fin de semana del 4 de junio, la cita está dando más dolores de cabeza que satisfacciones a los promotores. Esta semana, los organizadores del evento declararon que el aforo previsto para albergar a 50 mil espectadores tendrá que reducirse a 10 mil.
Irawan Sucahyono, miembro del Comité Ejecutivo que prepara la carrera de Fórmula E, fue el encargado de hacer el anuncio. A pesar de la gran reducción de capacidad para los fanáticos, el directivo no descartó la posibilidad de que conforme vayan avanzando los trabajos del circuito, este número pueda incrementarse.
“Podríamos tener 10 mil fanáticos en vivo, aunque esta cantidad podría aumentar a medida de cómo se va desarrollando el proyecto y la evaluación que haga la Fórmula E posteriormente”, precisó Sucahyono.
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Estas declaraciones contrastan con los comentado en diciembre pasado por Widi Amanasto, director de PT yakarta Propertindo, principal auspiciante del E-Prix. Amanasto señaló que era tal la expectativa sembrada por la serie de monoplazas eléctricos, que iban a habilitar áreas extras para aumentar la capacidad y evitar el caos dentro del circuito.
Organización accidentada
La carrera en territorio indonesio ha desatado un vendaval de trabas. En primera instancia, políticos opositores a las autoridades gubernamentales de la ciudad criticaron que, en medio de una profunda crisis económica, producto de la pandemia del COVID-19, se destinaran recursos para un evento deportivo no prioritario.
Sin embargo, el gobierno indonesio recibió un espaldarazo por parte de la Fórmula E. El director de la serie, Alberto Longo, expresó su agradecimiento por la participación de Indonesia. Valoró los esfuerzos del presidente del país, Joko Widodo, para reducir la dependencia de la energía convencional y cambiar a producción respetuosa con el medio ambiente.
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Específicamente sobre los recursos destinados para la carrera, Longo declaró en diciembre pasado que no había nada que ocultar: “Nos gusta la transparencia. También preguntamos de manera transparente a la gente de Yakarta porque no hay nada que esconder aquí”.
Otra de las complicaciones que supone el evento es la construcción del circuito urbano. Las obras, a pesar de estar aún acordes a los tiempos estimados, presentó dificultades para trabajar en el trazado, puesto que alrededor del 40% de la longitud total es un suelo pantanoso para realizar las labores correspondientes.
El lugar determinado para el evento consta de 2.400 metros con 18 curvas y una vía recta de unos 527 metros.
Redacción I Jhonattan González